viernes, 6 de mayo de 2011
Muchas veces, en momentos grises, en momentos donde pienso que es lo que hago mal o simplemente no hago, sólo se me viene a la cabeza un nombre, un significado, una incógnita.




Miles de pregunta que en estos momentos, pues sinceramente, pasan por mi cabeza, y que después de varios meses de reflexión, sigo a día de hoy, sin encontrar una respuesta, absurda, pero al menos respuesta.



Preguntas como: ¿Por qué?, ¿dónde estáis ahora queridos amigos?, ¿por qué estoy así?, ¿por qué por mi cabeza sólo ronda una sola cosa?...tantos porque, que aunque suene irónico, son preguntas sin sentido, porque al fin y al cabo, se la respuesta, aunque no quiero asimilarla.



En serio, me cuesta creer algunas cosas, que poco a poco me veo venir y lo que más jode, es que tampoco hago nada por cambiarlo, no se porque, pero tampoco se porque esta pasando esto.



Tengo ganas de gritar, saltar, correr, brincar, cantar, pero es cierto que lo único que hago es reír, sonreír, a pesar de todo.



Aprendí que no se puede dar marcha atrás en el tiempo por mucho que me empeñe, que la vida en realidad es una calle de sentido único.



Ahora que tengo la ocasión, me gustaría también en reflexionar en ese, como decirlo, sentimiento de falsedad.



Me hace mucha gracia toda aquella persona que se queja de lo falso que es el mundo, o más bien lo que le rodea, cuando esa persona es la primera que tiene esa actitud.

Es irónico que empiecen con el típico sentimiento de culpa, o más bien, de echarse la culpa para dar lástima. Me da vergüenza ajena que sientan y digan cosas que luego nunca cumple, o simplemente se les olvida a los días, creando una “película” con miles de colores grisáceos.



Y por último de despido mandándole un mensaje a todos aquellos que un día de estos, sientan lo que alguna vez yo sentí.

0 comentarios:

Publicar un comentario