Muchas cosas han cambiado desde que se marchó de allí.
Había pasado 5 años desde que dejó atrás aquel mes de Abril, aquella triste voz apagada que se evadía con el viento, mientras se despedía con una sola y dura lágrima fría. Ya no estaría.
Había llegado a esa playa en la cual tantas cosas había vivido. Recuerdos y sentimientos rondaban a su alrededor con cada paso que daba.
Sentir de nuevo la arena mojada entre sus dedos después de tanto tiempo pisando duras piedras, le hacían volver a su pasado.
Miraba al horizonte, su pelo se movía al son del viento, su cuerpo, al compás del oleaje y en su cabeza, seguía rondando los mismos recuerdos.
Parecía ser ayer mismo cuando con una sonrisa se miraban y abrazaban sin importar el resto del mundo.
Ahora, sólo es eso, recuerdos.
Miraba a su alrededor en busca de alguna cara conocida de casualidad por allí.
Por el momento lo único conocido que por su alrededor merodeaba, era una vieja botella de coca-cola que se movía con las olas.
No era una típica botella de refresco, algo la hacía especial. En su interior parecía brillar gracias a los rayos del sol, un pequeño trozo de papel.
Situación intrigante que no pudo evitar no ver que era exactamente lo que esa botella contenía.
.No temas a lo dejaste hace 5 años, no tengas la sensación de que nadie te espera, porque siempre habrá alguien que sueñe contigo, con tu llegada. Sólo tienes que buscar en tu corazón y si una sonrisa sale de tú boca al recordar su nombre, esa persona sueña contigo y con volver a verte. No pierdas más tiempo metida en tus recuerdos, haz de tus recuerdos una realidad. Esa realidad que tanto echas de menos.
Impacto fortuito. Impacto necesario.
Miró al cielo. Cerró los ojos. Recordó. Sonrió.
Ya era hora de recuperar su realidad.
*Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.*
0 comentarios:
Publicar un comentario