Cambio de rumbo.

lunes, 15 de agosto de 2011

Sé que no era la mejor noche para pasear. Hacía un poco de frío y las nubes sorprendían con algunas lágrimas pero tenía ganas de verte y estar contigo.
Tanto tiempo sin verte me unía más a ti.

El mar estaba revuelto tras la última tormenta y aún quedaba señales de ello que poco a poco se alejaba por el horizonte.
La arena mojada desprendía ese dulce aroma que tanto me relaja.
En el cielo dos caras: la parte nublada y que poco a poco se iba para dejar paso a la cara más limpia y bonita de todas las noches.
Millones de estrellas que parpadeaban a su antojo y bajo ellas, tú y yo.
Y esa luna totalmente llena, brillante, preciosa que parecía hasta sonreír al vernos allí.

El reloj parecía llevar mal los minutos ya que los dígitos parecían ponerse de acuerdo para ver quien ganaba antes la competición tiempo atrás.

Paseábamos por la orilla contándonos todo lo sucedido en nuestra vida desde que no nos veíamos, rompiendo el silencio de la noche y acompañando al sonido de las olas.

Sólo bastaba una mirada mutua para saber el estado anímico de cada cual.

Sabíamos que no estábamos pasando por una buena racha y que teníamos una visión un poco pesimista del mundo.

Todo parecía haber cambiado desde que dejamos de vernos y ahora que estábamos aquí todo eso era cierto.

De su cara brotaba una amarga lágrima mientras me contaba el porque de su visión pesimista al igual del porque en ocasiones yo me comportaba igual.

Dos corazones juntos latiendo fuerte y rodeados por cuatro brazos.

Ahora la luna y las estrellas parecían brillar más fuerte, sobretodo dos de ellas.

En una noche fría, calurosa, estrellada, soleada, nublada, de noche de día… siempre podrás contar conmigo.

Dijimos para siempre y será para siempre. Recuerda, si tú saltas yo salto.

El mundo parece haber sacado su ladro más positivo o tal vez halla sido mi propia visión.
Desde aquel día, no pienso igual. Veo las cosas diferentes y con muchas más ganas de llegar a mis objetivos y con un futuro más positivo.

Desde aquel día puede que tú y yo estemos más cerca que nunca.

Dame una mano y gritemos por los logros que conseguiremos.







* Nadie cambia hasta que no tiene la necesidad de hacerlo*



0 comentarios:

Publicar un comentario