miércoles, 4 de enero de 2012
En fechas como éstas, todo el mundo te hace la típica pregunta de que le has pedido a los Reyes. Yo sinceramente este año no he pedido nada material, es decir, nada que me puedan traer, ya que lo que he pedido es algo moral y sólo depende de mí y sólo de mí.


Digamos que ya la etapa esta de pedir cosillas para Reyes, es más bien para los peques de la casa, que lo viven con una intensidad brutal y que ya por suerte o desgracia, yo ya la abandoné.



Sale la cabalgata y se ve miles de niños pequeños con una grandiosa sonrisa en la cara al ver como los Reyes les entrega el regalo personalmente, buaff, es maravilloso, imagino que ponen las mismas caras que poníamos nosotros a nuestra edad al ver aquel suelo, debajo del árbol tal vez, en mi caso sofá, lleno de cajitas envueltas...aiss que tiempos aquellos pero bueno, ahora le toca a otra generación.




Falta un día para ello, y aunque no tenga la misma ilusión que tenía hace unos años, bueno, he de reconocerlo, aún me hace algo de ilusión....


Bueno, sólo quería hacer esta entrada para "desahogarme" sobre esto que siento. No se sí es melancolía o simplemente un sentimiento "navideño" que llevo sintiendo desde antes de empezar la Navidad.




"Tu siempre decías que cuando llega la Navidad, siempre nos parece un tiempo antiguo, borroso, un tiempo que creemos haber vivido. Y también decías que solo hay una Navidad, que cada uno de nosotros tiene su Navidad, distinta de la de los demás, y que esa Navidad es la que intentamos reproducir cada año. Si ves a mamá, dile... que... en mi Navidad siempre está ella. Guapísima. Bebiendo champagne, riendo continuamente. Dejándome estar a su lado toda la noche hasta que me duermo en sus brazos. En fin, me voy. Hace una tarde fría pero con una luz muy bonita, de estaño dirías tú. Adiós".












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