Extrañar...

Echar de menos: Dícese de aquella sensación maravillosa y a la vez cruel la cual nos hace sentirnos vivos. 

 Es bonito y necesario extrañar a esas personas a las cuales admiras y necesitas.

 Extrañar es síntoma de necesidad.

Extrañar te ayuda a descubrir los verdaderos sentimientos 

que sientes a aquello que extrañas.

Extrañar es una sensación mágica, dolorosa, pero mágica.

Extrañar lo hace todo aquel que siente, que tiene sentimientos.

Extrañar puede ser el principio de una gran unión, porque

intentarás hacer todo lo posible para estar

junto a eso que tanto extrañas.

Extrañar puede causarte heridas interiores, heridas en el motor de tú vida.

Extrañar te hace ser una persona diferente.

Extrañar te cambia por completo el ritmo de vida.

Extrañar puede llegar a hundirte en lo más profundo de la miseria.

Extrañar todo el mundo lo hace.

Extrañar lo que no está, no sirve de nada.

Extrañar no siempre implica distancia, sino momentos perdidos.

Extrañar, abre heridas, pero también las cierra por completo.

Extrañar es una necesidad, una forma de vida, una cura.

Y yo hoy, extraño.