No puede ser...

domingo, 27 de febrero de 2011
Aquí estoy, paseando con el coche con mi mejor amiga, ella grita por la ventanilla al son de la música y el viento, y yo, mirándola y sonriendo, ella tapando el sol con las manos mientras yo disfrutaba de esa pequeña sombra.
La conocí no harás más de un mes y la conexión fue especial, yo no tenia ganas de conocer a nadie más, pero no se porque no pude rechazarle y el miedo a hacerlo más lo eché a otra parte.

Llegamos a la cabaña que habíamos alquilado en medio del bosque para pasar un buen fin de semana.


Sinceramente, cuando te conocí todo a mi alrededor sonreía, pero no se porque, solo te dejé descubrir una mitad y esa tan idiota me hizo callar…

Pero no puede ser, porque van pasando los días y más pesa tu querer…

Estas al lado mía, sentada, mientras tu me miras yo miro a la nada, sin saber que hacer, por cada pestañeo que me das el columpio y mi corazón se acelera un poco más, pero no, no puedo decirte la verdad.

Me invitas a pescar, vamos al lago, yo estaba mirándote cuando de pronto te veo muy feliz y descubro que esa tarde de pesca, había tenido recompensa, salgo corriendo a abrazarte en señal de agradecimiento, porque así tendríamos algo que llevarnos a la boca que no fuera comida basura.

Una vez acabada la pesca, nos dejamos caer en la baranda de aquel pasadizo de madera y con las miradas perdidas, rocé tu mano por casualidad, entonces noté que todo esto era de verdad.

Yo mientras tanto iba contando que solo eras una amiga más, pero porque seguía demostrándote mi parte más idiota y eso no podía ser… pero pasaba y pasaban los días y más costaba tu querer, tanto tiempo te esperé que ya no se lo que siento.

Estamos en el lago, cruzando piedras, pero yo en ese momento, me quede firme en una de ellas, frente a ti, tenia miedo a caerme, pero con un grito de ánimo tuyo, salte hasta donde tú estabas y te abrace.
Caminando por la calle bajo la lluvia y una caña de pesca íbamos cogidas de la mano aún con miedo pero sin miedo a la vez.
Has logrado hacerme tan pequeña, pensaba mientras cocinabas ese rico pescado…

No sabia que me pasaba, pero este querer cada vez se hacia más y más pesado…
Llego la noche y el frio hizo que encendiéramos la chimenea con la leña que cogimos, yo fui a buscar un te a la cocina mientras ella estaba tumbada en la alfombra que tendimos al lado de la chimenea. Cuando volví, ella estaba dormida y por un arrebato que me dio, cogí la maleta y me fui, si allí te deje, dormida, pero se que no estabas dormida.
Me quede allí, dejada caer en la puerta, sin saber que hacer, ni siquiera sabia porque lo hice, pero ya este querer dejo de pesar y volví a entrar con una dulce sonrisa y me tumbé a su lado.










PD: esta entrada esta basada en el nuevo videoclip de la cantante española Merche.

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