Siento que no estás...

Yo tenía un plan, pero ahora no tengo nada. No se que hacer.

Ahora sólo sé que quiero quedarme aquí. Quedarme aquí y disfrutar de tu sonrisa y de tu olor hasta que tú me lo permitas.
Estaba decidida a marcharme de aquí a la llamada de mi destino, decidida a abandonar todo, abandonar a lo más preciado de mi vida, pero apareciste tú y te convertiste en mi destino, en mi otra mitad.
No me quiero marchar y no lo haré a no ser que tú me lo pidas. Si quieres que me vaya y no volver a saber nada más de mí. Dime que me vaya y me iré y haré como que nunca nos conocimos, pero tan sólo dímelo. Con tristeza, alegría, con lágrimas… Dímelo ¿sí?
Si es así la dicha de tu felicidad me iré y te dejaré que rehagas tu vida con la mujer con la que te prometiste.
Se que me quieres, pero siempre dijiste que eres un hombre de palabra y yo no quiero ser la culpable de que no lo seas.
Vete con ella que yo lloraré y me lamentaré de no haber aparecido en tu vida antes mientras tú cumples con tu palabra.
No te preocupes por mí que si me pides que me vaya, me iré.
No te preocupes por mí que si me dices que me vaya, me iré.
No te preocupes por mí que cuando estemos lejos me acordaré de ti.
Ya estoy fuera de todo lo que tenga que ver contigo. Esa carta que me has dejado en mi mano cuando me dijiste que “si” ya está guardada. Guardada en mi cajón.
Ese “no es un adiós sino un hasta luego” ha sanado el 1% de 100% corazón herido.
Llegaron mis 60 segundos desde que me fui. Me di cuenta de que ya tenía todo lo que quería, pero nada de lo que necesitaba.
No pienso quedarme aquí sentada esperando que el viento me borre como si fuera una mujer de arena.

*No tengas miedo de demasiadas cosas. Es peligroso. No hables demasiado. Lo echarás todo a perder. No te agobies con tus preocupaciones. La chica que vas a conocer no se parece a nadie que conozcas. Cuando la veas, puede que sientas un hormigueo. No te encierres en ti mismo. No te abras de par en par. No pienses en ello a menudo, pero no dejes que se te olvide. Esa chica está ahí fuera.*